Diario de una jefa de maquinas novata


Diario de una jefa de maquinas novata
Escrito por: Lesgaia
Para el libro : Steampunk Valencia 2 ( Publicado)

No sé cómo comenzar, ya que es la primera vez que escribo un diario, me lo acaban de regalar, para que pueda expresarme y decir todo lo que pienso y deseo aquí, la persona que me lo ha regalado, dice que te tengo que escribir como si fueras una amiga a la que escribo y le cuento mis cosas, no sé si me saldrá, pero lo intentaré.

Pues creo que comenzaré contándote que hace un par de meses mi vida era de lo más cotidiana: todos los días arreglando coches, maquinaria industrial y arreglos por encargos. La verdad sea dicha, cuando mi padre me enseñó mecánica, yo esperaba estar como él, en un barco surcando las nubes,  viajando por el mundo, conocer esas ciudades flotantes de las que mi padre me contaba historias increíbles, pero llegó un momento que hasta pensé que sólo eran cuentos de mi padre.

Aunque se dice que las mujeres son tan capaces como los hombres de hacer las cosas, no es así como piensa la mayoría, ya que he intentado estar en un barco ayudando en mantenimiento y ni llegué a hacer la prueba. Sólo me ven y me dicen,
 “Eres demasiado delgada y muy enclenque, no podrías levantar peso, no es porque seas mujer, sólo que no me sirves” y más de una vez, he tenido la ocasión de, al salir del barco, ver a gente de mantenimiento más enclenques que yo, pintando o llevando cosas con poleas, así que la deducción es fácil: es por ser mujer, aunque digan lo contrario. Pero soy positiva y espero que algún día, en uno de esos barcos, se halle un contramaestre  que no sea así y que por lo menos, que me deje demostrar lo que valgo.
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Pues mis pensamientos fueron escuchados hace diez meses.
Yo   no esperaba que fuera así, cuando salía de casa de las costureras de arreglarle algunas de sus máquinas de coser. Ya estaba muy cansada, eran las doce de la noche  y no me fijaba en el camino, pero yo que recuerde no vi a nadie, Así que no me percaté, pero, de pronto,  apareció  una persona detrás de mí y lo siguiente que recuerdo fue  despertarme en un camarote, con un mono limpio azul en la silla, en una mesa algo de comer y una nota que ponía “Cuando te despiertes ven al puente de mando”.
 Me podía mas la intriga que el miedo, así que no me lo pensé, me cambie, desayune y fui a buscar el puente de mando. Todo estaba tranquilo, no era un sitio grande. Cuando salí afuera, mí asombro fue impresionante. Estaba en un barco y no sólo eso, sino que estaba en el cielo, navegando. Me acerqué al borde para verlo todo, la vista era algo impresionante. Nunca había visto así Valencia, era tan hermosa y a la vez me parecía hasta pequeña.
El puerto cada vez que iba me resultaba enorme: la zona de los amarres de mar, los de aire,  las lonjas, cantinas y zona de trueque, pero desde las alturas, parecía algo pequeño; se podía contemplar el Miguelete con su pequeño zeppelín en la punta para los turistas. Nunca subí, porque el precio es muy elevado, pero ahora estaba más alto que todo eso.
 No sabia que hacia allí, pero me gustaba lo que veía y no pensaba en que estaba allí contra mi voluntad, cuando una voz me despertó de mi trance “Te gustan las vistas”. Cuando me giré, me quedé sin habla: había una mujer en el timón. Cuando me acerqué y la pude ver bien, aún me quedé más impresionada. Era una mujer bellísima,  alta, no llevaba tacones, pelo largo y moreno,  lo tenia en una trenza,  le asomaba la punta por debajo de las nalgas. Su rostro era fino y desprendía dulzura, o por lo menos eso era lo que yo pensaba en ese momento, porque no la vi sonreír hasta mucho tiempo después. En ese momento, desde lejos, no pude ver sus ojos, aunque luego pude apreciar que  eran  marrones muy claros.

Me dijo que necesitaba a una persona para el corazón de su nave, que le hablaron de mí y llevaba tiempo observando mi trabajo, pero  que no tenía tiempo de ofrecerme un puesto en su barco así que cogió al toro por los cuernos y  decidió secuestrarme y luego explicarme el motivo de tal acción.
 Con las ganas que tenía de estar en un barco, si me lo hubiera pedido, le habría dicho que si. Pero es otra forma de reclutar a la tripulación, digo yo.
Cuando vi el corazón de la nave, descubrí que era algo impresionante. Nunca había visto una cosa igual, tenía partes y actitudes  que no eran  normales de un barco, sino de un carromato o de otras máquinas. Me puse a buscar la caldera para ver como iba, para echar o no carbón, pero mi sorpresa fue creciendo, cuando ví porque lo llamaba el corazón, era una piedra en forma de corazón de color rojo, pero al acercarme pude ver como unas cosas se movían por dentro, cuando quise tocarlo, la capitana me dio un grito de NOOO!!!, me asustó muchísimo, pero menos mal que lo hizo, porque resulta que esa piedra es de fuego y genera muchísimo calor. Me hubiera quemado la mano.
Esa roca es la que hace que se calienten dos  piedras de agua, que le llaman los pulmones, generan un vapor continuo, nunca vi cosa igual, me dijo que eran piedras de la mina de Gaia, en la que sus paredes son piedras de fuego y al fondo existe un lago, cuya roca es, en realidad, piedras  de agua y por mucho que se evaporen, nunca desaparecen,
Cuando mi padre me hablaba de esa cueva, yo nunca me lo creí, pero veo que él tenía razón.

Pero eso no fue todo. Resulta que el barco es creación del hermano de la capitana. Es un barco extraordinario, puede ir por el cielo con un zeppelín que se hincha en cuestión de diez minutos, como también por el agua.  En este último caso, salen unos mástiles que despliegan unas velas enormes, pero para alucinarme más, resulta que también puede ir por la tierra, de la parte inferior, le salen unas ruedas que lo transforman en terrestre, son tres cosas en uno.

 Espero valer para mantener toda la maquinaria bien, porque esto es más de lo que me imaginaba nunca, pero me entristecí y empecé a comprender un poco a la capitana. Su hermano hizo este barco para surcar los cielos en busca de aventuras, quería ser explorador como su padre, de donde sacaron las piedras, pero un amigo de la familia o por lo menos ellos pensaban que lo era, vendió el secreto de la creación del barco a unos piratas. Esa gente no era muy buena que se diga, porque no tardaron en venir a por él. Por suerte, la capitana lo estaba probando por el cielo, pero su hermano estaba en su taller cuando lo cogieron. Por como le encontraron, le  habían  torturado  y casi lo matan.

 Cuando llegó ella por la noche, él estaba al borde de la muerte, sólo pudo pedirle que cuidara a Nerthus (Así se llama la nave, significa: la madre tierra) y murió.
Por eso,  ella ahora busca vengarse por su muerte. Ha estado un año buscando al que les vendió. Y esa misma noche,  se  había enterado del paradero del traidor, es y tenía que salir rápido, así que me secuestro por no perder tiempo.
Después de escuchar la historia, le dije que le ayudaría en lo que pudiera, que era algo nuevo para mí.
En ese momento, sacó un gran libro, era el libro de su hermano, en el que él escribía todo sobre Nerthus, por si me servía. Es impresionante lo que hizo, intento todos los días aprender más de esta maravilla de nave,  cada día me sorprende más.

Salimos dirección Mallorca, le dijeron que le habían visto en una cantina del castillo de Bellver, que iba presumiendo todos los días, con historias de que los piratas le buscaban porque no encontraron la nave y ellos habían pagado por ella. Pero antes pasaríamos por Natura, una ciudad flotante que estaba entre valencia y Mallorca, para recoger a unas personas. Cuando la capitana me dijo que ya estábamos llegando, salí corriendo de la sala de maquinas. Nunca había visto una ciudad flotante y tenia muchísima ilusión. Cuando la  tuve delante, abrí  los ojos   como platos: no me imaginaba algo así. Era como un trozo de tierra flotando en medio del mar, todo a su alrededor era árboles con sus raíces saliendo por debajo, las plantas rodeaban por completo los contornos, bajaban y cubrían casi la zona. Lo que no entendí en ese momento era el cómo se sostenía en el aire. Se lo pregunté a la capitana y me dijo que hace unos trescientos años, cayó un meteorito y el impacto fue tal, que penetró varios metros y a los pocos días la tierra empezó a temblar, en unos minutos se elevó, se destapó un lago subterráneo que inundo el terreno. Hoy en día es conocido ese sitio como La albufera de Anna, el trozo de tierra no sólo flota sino que está en movimiento, pero muy despacio. Pero hace unos cincuenta años, una familia se mudó y puso un sitio de paso, con habitaciones, cantina y tienda de suministros.
También sirve de sitio de paso para aguardar personas o cargamentos y es donde nos esperaban. Empezamos a rodearlo cuando vi un saliente grande en el que había ya un barco. Nos pusimos al lado y amarramos el barco. Bajamos y nos fuimos directas a la cantina en el que se escuchaban gritos de  “venga tu puedes, animo a por ella, no te dejes ganar por ella, dale fuerte”. Cuando nos acercamos, vimos a  una mujer enorme, con el pelo corto y blanco. Estaba  sentada frente a un hombre también grande pero con unos músculos muy desarrollados y muy hinchados, estaban haciendo un pulso y detrás de ella con los brazos cruzados y muy firme, una mujer mas pequeña y delgada, que tenia una cara muy seria, con el pelo largo de color azul. Al hombre se le notaba que estaba haciendo mucho esfuerzo y sudaba, en cambio la mujer sólo tenía una sonrisa en los labios, cuando la mujer de detrás le tocó el hombro, sin darme cuenta empezó a girar el brazo y le ganó, me dejó impresionada, enseguida empezaron a decir que si había hecho trampa, y sin darme cuenta empezaron a pelearse, en ese momento la capitana fue directo al grandullón de la mesa y le puso un arma en la sien, enseguida el grito, “PARAD!!!” , todos se pararon enseguida y esas dos mujeres sin decir nada se acercaron y despacio nos fuimos.

En cuanto salimos de la cantina, la capitana  se puso a hablar con ellas mientras nos íbamos al barco, yo les seguía por detrás, como no las conocía no me atrevía a decir nada, pero de repente se pararon, la grandullona se me giró y me empezó a abrazar que me empezaba a faltar el aire, en ese momento me dio la bienvenida y me dijo que se llamaba Salvadora. La otra chica sólo me dio una palmada en el hombro y me dijo que se llamaba Soledad. La capitana, en ese momento, se acordó de que no me había dicho su nombre,  Libertad. Al decirles el mío, Alma, se rieron, y al notar mi perplejidad, me dijeron que era porque según decían, ellas no tienen alma, porque son muy malas.
 En ese momento nos pusimos todas a reír, y  Salvadora dijo, “pues ahora si tenemos un Alma y de carne y hueso”.
 Nos acercamos a la posada del valiente Jank, para que cogieran sus cosas,.A punto de subir al barco, se nos acercó un chico alto, delgado, pelo corto pero a melenita, pidiéndole a la capitana que si le podríamos acercar a Mallorca, le dijo que sí y en un momento ,el barco estaba lleno de gente y partíamos rumbo a la isla.

Las dos chicas le pidieron su camarote a la capitana. Cuando se giró y me dijo, “ven que te enseñare el tuyo”, puse cara de extrañeza. Resulta que donde me desperté era  suyo y el mío estaba al lado de las máquinas.
Es un pequeño taller con una cama, pero bien ordenado y limpio .Me encantó al verlo y a día de hoy me sigue gustando, porque tiene dos ojos de buey grandes que se pueden abrir y entra un aire buenísimo. Cuando le di las gracias a la capitana, me dijo que no tenía por qué, que era ella  la que me las tenia que dar por haber dicho que sí y que le podía llamar por su nombre, que esperaba que fuéramos como una pequeña familia y que todos nos ayudáramos. La verdad, tenía ganas de estar en una familia. Desde que mi madre murió y mi padre hace 3 años, me encontré muy sola. Sólo tenia el sueño de llegar a ser jefa de maquinas en un barco como mi padre y recorrer muchas aventuras y  tengo el presentimiento  de que aquí puede estar mi destino.

No tardamos mucho en ver Mallorca;  es preciosa desde el cielo, tenía ganas de verla más de cerca. Ese día no pudimos pero espero algún día volver.
 En el castillo de Bellver, habían hecho un puerto aéreo en el que desembarcamos, en este mismo sitio estaba la cantina que buscaba la capitana, así que bajamos todos y el chico que subió, que estuvo todo el rato en un lado sin separarse de su maletín, uno parecido a los de médicos, se fue con algo de prisa. Mientras,  nosotras nos fuimos a la cantina. Cuando llegamos no había nadie. Según le dijeron a Soledad, el  hombre  que buscaba, solía venir de madrugada, así que nos sentamos a comer. Yo estaba hambrienta, no habíamos comido nada.
Y en ese momento de relax y sobremesa,  fue cuando las conocí un poco más. Resulta que ella se conocían desde pequeñas, que Soledad y Salvadora eran pareja, (en ese momento entendí porque compartían camarote), que ellas estaban viviendo en Cullera y que cuando Libertad  les llamó, dejaron todo para coger un barco para ir a Natura, mientras la capitana me encontraba y me traía, algo que no sé si me halagó o me preocupó, pero  a la vez, me alegró saber que alguien valoraba mi trabajo y quería  que trabajara en un barco.
 Que habían estado en el ejercito las tres, que Salvadora había sido soldado llegando a Sargento, que Soledad era soldado raso y la cocinera del batallón y que Libertad era su Capitana, pero por problemas con los altos cargos dejaron el ejercito.
 Soledad y Salvadora, se habían reconvertido en  caza recompensas y  Libertad volvió a casa para estar con su hermano e ir a recorrer el mundo, cosa que no pasó, en ese momento se hizo un silencio incomodo en la mesa.
Cuando me preguntaron por mi historia, les conté la verdad, que mi madre murió de una enfermedad y mi padre unos años después en un accidente de una explosión de caldera, que el no provocó, sino el imbécil de su ayudante, sobrino del dueño de la fábrica, que no sabría distinguir entre un engranaje y un tornillo y, que a resultas de eso,  me quede sola.

La cantina se empezó a llenar. Sobre la una entró ese hombre y se acomodó en la barra. Al parecer, todas le conocían, la capitana me dijo que me quedara en la mesa y eso hice, pero desde ahí  lo vi todo, las tres se fueron repartiendo por la cantina, como si le hicieran una emboscada. Cuando ese hombre vio a Libertad, quiso salir corriendo, pero en la puerta de atrás se puso Soledad y en la principal Salvadora, se puso muy nervioso y saltó detrás de la barra, y salió de ella, blandiendo  un chuchillo dirigiéndose hacia Libertad,  pero la capitana no se lo pensó dos veces, sacó su arma y le disparó.  Un rayo verde como el color de una de las botellitas que tenia el arma, salió por el cañón. Al principio, el individuo se cayó al suelo y le dieron como convulsiones, pero después se quedo quieto.

Las tres  fueron a por él, Salvadora le cogió en hombros y salimos del local.
 Yo pensaba que le habían matado, pero no fue así. Ese rayo, le provocó un paro del sistema nervioso que le tendría paralizado alrededor de una hora.
Querían  tener tiempo para  preparar un interrogatorio, fuera de miradas indiscretas, en la nave. Cuando llegamos, me mandaron a máquinas.  No se que pasó, pero consiguieron la información.

Sé que lo bajaron de la nave y lo dejaron en un barco corsario, ya  que sabían que  estaba buscado, y, cuando hay una recompensa por  medio, no dejan ir a la presa tan fácilmente.
Me llamaron por el interfono para que fuera al comedor.
Estaban todas alrededor de una mesa, y si te soy sincera, en ese momento me asusté, pero luego pensé, “no me harían nada a mi, no van en contra mía”, así que me senté un poco mas tranquila.
Tenían en la mesa un mapa de España y otro de Valencia, una brújula y seis figuras, según parece ser ese hombre les comentó que los piratas se disolvieron, cuando capturaron al capitán, porque también estaban en busca y captura.

 Que sabían que uno de ellos estaba por Sagunto, que se hacia pasar por herrero y que los otros estaban repartidos por España, esperando que su capitán fuera liberado para reunirse de nuevo, porque según rumores, se decía que se escaparía, que no permanecía en ninguna prisión mucho tiempo, así que había que darse prisa en encontrar al de Sagunto antes de que pasara.

En el mapa de España, puso una figura en Madrid, que era donde estaba el capitán y otra figura en Sagunto, sólo faltaba saber donde estaban los otros cuatro.
Cuando nos  disponíamos a soltar amarras, en la plataforma,  vimos a lo lejos que unos hombres estaban pegando a alguien.
 Salvadora salió corriendo, y resultó  que al volver, traía a la victima de esa agresión. Era el chico que vino con nosotras. Nos contó que él era médico y le querían  robar su maletín, pensando que era equipaje valioso, por como lo había protegido el muchacho. En ese momento, se miraron las tres y la capitana le comentó que en el barco se necesitaba un médico y que si le interesaba trabajar con ella.
 El chico dijo que, por gratitud por lo que habían hecho, estaría un tiempo con nosotras, así que teníamos un miembro más en la tripulación.
 Por cierto, se llama David,
Le comentaron que misión tenían ellas, que él no tenia porque involucrarse, pero si necesitaban atención medica, esperaban que estuviera preparado.
 Él, al principio, no le hizo mucha gracia ya que se buscaba venganza, pero al final se hizo a la idea y aceptó de buen grado, así que esa misma noche partimos de Mallorca dirección Sagunto.
Había tenido un día lleno de emociones, de conocer a gente nueva, estaba cansada y emocionada, pero a la vez algo nerviosa, por si no podía hacer mi función.
 Tenia que ponerme a leer el libro que me dio la capitana con el manual de funcionamiento de la nave, pero no tenia fuerzas ni para cambiarme y caí rendida en la cama.

Para no liarte con los  nombres, te los voy a reducir, a partir de ahora a Salvadora, le pondré Salva y a Soledad, Sole, pero si son las dos juntas te pondré SaSo, la capitana será a partir de ahora Capi y David será Doc. Jajaja Así no te perderás, mi buena lectora, seas quién seas, en un futuro.

Me está gustando,  ¿sabes?,  esto de escribirte y decirte las cosas que han pasado. Me gustaría  recordar cuando empezó todo y espero no olvidarlo. Si no, tú me lo recordarás, seguro.



Hoy, la verdad, ha sido algo normal, vamos rumbo a Elche a por provisiones. Mientras, aprovecho y te cuento que más aconteció en  los primeros días que estuve en el barco.

Fuimos a Sagunto a por uno de los piratas, por suerte no hay muchos herreros, sólo tres en toda la ciudad y sus alrededores. Al principio, me dijeron que si quería, me podía quedar, pero  quería implicarme  más con ellas y conocerlas mejor. Doc se quedó en  la nave; la paliza que le dieron, le dejaron magullado y dolorido y se quedó en la cama.
 Nos dividimos en dos grupos, a mi me tocó con la Capi y, Oh bendita casualidad, al herrero que fuimos, resultó  que sí que le conocía. Era el nuevo ayudante de un amigo suyo en el Puerto de Sagunto, un pueblo apegado a éste.
Nos reunimos con SaSo y nos fuimos en un tranvía que conectaba los 2.
Cuando encontramos la herrería, resultó que  salía un hombre. Como no sabíamos cómo era el pirata, desconocíamos su cara, sólo su nombre, cuando le preguntamos si conocía a un tal  Pau del Cel, se puso a correr como un loco. ¡Era el pirata!
 SaSo se pusieron a correr detrás de él y  no tardaron mucho en cogerle. Capi ni se meneó, tenía confianza en ellas. Salva le dió un golpe en la cabeza tal que el tipo se desmayó. Se  lo puso en el hombro como un saco de patatas y regresamos al barco.
Mientras íbamos   en el tranvía de regreso a la nave, la gente nos miraba algo mal, pero les dijimos “Pobre,  ha bebido demasiado y le llevamos a casa”.
 Supongo que se lo creyeron, porque no dijeron nada y siguieron con lo suyo.
  Pasó como la vez anterior, no estuve presente  en el interrogatorio.
 La verdad sea dicha, creo que hoy en día tampoco estaría, eso se lo dejo a ellas.
 Mientras, me fui a ver a Doc. Estaba despierto y le conté lo que había pasado. Puso una  rara. Tampoco quería saber que hacían allí adentro.
Tardaron unas cuantas horas, pero de repente salieron   y dijeron que iban con él a la comisaría, para  entregarle a las autoridades.
Al descubrir que estaba en busca y captura, les dieron la recompensa y  esa noche la pasamos en Sagunto, disfrutando de la victoria de haber cogido a uno de ellos y de paso, sacarnos un dinerito.
 Yo me fui pronto a la cama, no soy de fiestas ni trasnochar.
Al día siguiente, nos reunimos en el comedor todos.Doc ya estaba mejor, con algunos moratones y magullado, pero de pie. Nos contó la Capi, que Pau, les había dicho más o menos donde podríamos encontrar a otro. Era en la ciudad de Mérida, que pertenece a Extremadura, así que nos fuimos rumbo  hacia allí.
Tardamos dos días en llegar, ya que hicimos unas paradas antes en Madrid y Cáceres.
 Como  en Mérida no había puerto aéreo, entonces, fué cuándo vi la primera transformación de la nave.
 Tardé unas horas en entender el manual, pero hice que le salieran las ruedas y se deshinchara el zeppelín, había conseguido hacerlo, la transformación fue espectacular, ya podíamos ir por tierra.
Por el centro de la ciudad no se puede ir con ningún transporte, así que dejamos la nave en las afueras y entramos a pie, para ir un poco más seguro de a quien buscábamos, nos fuimos directos a Capitanía, para que nos dieran carteles de “Se busca” de estos piratas, así los podríamos encontrar mejor.
 Así lo hacían SaSo, cuando estaban de caza-recompensas. En Capitanía, no pusieron pegas y nos dieron los carteles de los que faltaban.
Ya teníamos el rostro de Dent de Llet, ese día no le encontramos, ni los cinco siguientes pero al final dimos con una pista: una chica de la vida había estado con el no hacía mucho y que solía venir de vez en cuando, por lo menos ya teníamos una pista más y que aún seguía en la ciudad. Varios días más, le buscamos por la noche, pero con poco resultado.
 Después de casi dos semanas, dimos con él, estaba hablando con una mujer en la calle, cuando Soledad le agarró por detrás del cuello, le rodeó la garganta con un cuchillo enorme y no sé que le musitó, pero se quedó quieto, la mujer no sabía si chillar o quedarse quieta o correr. La Capi le dió una moneda de plata y le hizo el gesto de silencio y que se fuera, la mujer lo cogió y como si nada se fue andando despacio, desapareciendo por la esquina. De repente, Sole le dió tal  golpe en la nuca, que cayó redondo al suelo y, como siempre, Salva le cogió y nos fuimos a la nave.
Esta vez no le interrogaron nada más llegar, era muy tarde, así que le ataron y lo metieron en la bodega.
Al día siguiente, me dijeron que si quería entrar al interrogatorio, pero dije que no,  que prefería estar en la sala de máquinas.
No se que pasaría adentro, pero estuvieron varios días, hasta que consiguieron la información deseada. Doc entró algunas veces para asegurarse que el hombre estaba bien, luego lo llevaron a capitanía y recibieron la recompensa.
Luego como siempre, nos citó a todos en el comedor. Al parecer, cada uno sabía el destino de uno de sus compañeros, para luego buscarse. Lo que se preguntaba la Capi era si habíamos cogido al primero de ellos, el inicio de la cadena, si no, alguno les faltaría.
 Él próximo estaba en las Islas Canarias; lo malo era que no sabíamos en cual de ellas ya que son siete islas, así que nos llevaría algo de tiempo.

 Mi estancia  en  Mérida, al no ser tan rápido, me dio  tiempo de hacer algo de turismo y comprobar que es  un sitio muy bonito.  Lo que más me gustó fue “El templo de Diana, el Acueducto de los Milagros y el Puente Romano.

Y pusimos rumbo a Sevilla, pero sólo para utilizar el Atraque Indiano, el puerto aéreo, puerta para el Atlántico. Durante la espera, ya que era un puerto muy  concurrido y la espera  era lenta y tediosa,  nos detuvimos por la ciudad, a ver a unas amigas de ellas, otras chicas que también habían estado en su batallón y querían venirse, pero el barco es pequeño y no  hubiera cabido, pero Libertad les dijo que lo tendrían en cuenta por si las necesitaban.

 Al parecer eran un grupo de élite, todas mujeres  y muy bién adiestradas y expertas y no se cual me daba más miedo. Pero lo que si que vi, era  la férrea lealtad que profesaban a la Capi.

A la nave le puse el modo de zeppelín otra vez, pero ya me dijo la Capi que mirara el modo barco, ya que en la Islas Canarias, quería amarrar en el puerto, que un amarre de aéreo es mucho más caro que el marino.

Cerca de Lanzarote ya fuimos bajando hacia el mar y  cuando ya estábamos en la superficie del Atlántico,  me dispuse a  recoger el zeppelín y sacar los mástiles.
 Al principio no se abrían las velas y me puse muy nerviosa. (Resulta que la dichosa palanquita de apertura de velas estaba al lado, pero no la encontraba). Menos mal que el hermano de la Capi dejó buenas instrucciones, sino, estaría perdida.
No tardamos mucho en llegar a Gran Canaria. Esta vez también salio Doc a buscar al pirata. Después de una semana, no tuvimos suerte, así que se le ocurrió a la Capi pedir ayuda a las chicas de su batallón.

Me dejaron impresionada, en sólo cinco horas ya habían venido, dispuestas a todo.
Las repartió, cada una en una isla diferente, para cubrir más terreno  y a Tenerife se fueron SaSo y en las Palmas nos quedamos Doc, la Capi y yo.

Pero pasó el tiempo y no supimos ni una pista, ya casi  nos dimos por vencidos. Fuimos isla por isla recogiendo a las chicas. La última era de Lanzarote y nos alegró el día .Vino corriendo, le habían dado una pista, Alguien le ha comentado que un señor, que es el nuevo guarda de los islotes, puede ser el que buscamos. También nos informa que ha averiguado  que le han hecho una casa en el islote de Lobos, que pertenece a Fuenteventura.  Y partimos, de inmediato, en busca de ese islote. Cuando llegamos, no había nadie, pero sí había indicios de que había estado alguien. Seguro que el tipo  estaría en algún islote, así que amarramos en Fuenteventura y se fueron con un bote las chicas. Doc y yo nos quedamos, ya había mucha gente en la operación y alguien tenía que permanecer en el barco.
Tardaron dos días en venir, pero sólo vino Salvadora a por Doc y provisiones. Di por sentado que ya lo tenían y que esta vez no le traían al barco.
Sólo tardaron un día más en venir. Lo traían atado con una bolsa en la cabeza, y nos fuimos a la Comisaría mas cercana  para cobrar la recompensa (El dinero  no crece en los árboles, jajaja).

 Esa noche hicieron una fiesta que duró toda la noche. Yo no me quedé casi nada, porque estaba cansada. Pero como no conseguía dormir, decidí salir a cubierta. Y cuando subí al comedor, estaban todas por el suelo. Salí para que me diera el aire y estaba la Capi con el mapa en las manos, al parecer no le va mucho el beber, porque estaba muy despejada, o aguantaba más que el resto.

Me comentó que nos íbamos a dejar a las chicas a Sevilla y luego al Ferrol, que pertenece a Galicia, ya que el otro pirata trabajaba por los puertos o cosas de barcos por los astilleros.

Llegamos a Sevilla por el río Guadiana, donde las dejamos a todas .Ellas  se fueron con la esperanza de que la Capi les llamara de nuevo para otra misión.
Algo me dice que las veré más veces,

 Puse ya el barco en modo Zeppelín y rumbo a Ferrol.


Hoy ya salimos de Elche, me ha dicho que nos vamos a una ciudad flotante que hay por Castilla, cuando termine de contarte la historia de los primeros días te cuento por qué vamos.

Continúo contándote.
 Cuando llegamos a Ferrol, tuve que poner la nave en modo barco y esta vez no me costo tanto. Ya iba un poco más segura, no se me olvidaron sacar las velas jajaja.

Nos dividimos en grupos, SaSo fueron a los astilleros y los demás al puerto, esta vez sólo tardamos cuatro días en saber que era uno chico de mantenimiento de los astilleros, que iba y venia del puerto. Doc y yo nos fuimos a la nave, sólo tardaron unas horas en traerlo, algo me dice que ese pirata era más débil, ya que no tardaron mucho en sacarle la información, SaSo le llevaron a comisaría para cobrar la recompensa, nada más volvieron, hicimos la reunión en el comedor.

El último pirata estaba en mi tierra, en Valencia, pero no sabía en dónde, sólo que estaba por valencia capital. Si te soy sincera, me alegré muchísimo regresar a casa, aunque nadie me esperaba, porque era un terreno que  manejaba bien.

Hicimos una parada antes en Madrid, quería ir la capi a ver al capitán pirata,  nos digo que descansáramos un poco y que podíamos hacer turismo. Teníamos un día entero para nosotros, mientras ella iba a hablar con él, así que Doc y yo nos fuimos a ver el Parque del Retiro,  los jardines de Sabatini y comer el cocido madrileño que tenia ganas de probarlo y te puedo decir que está buenísimo.

Por la noche vino ya la capi, nos contó que hablo muy seria con él, que estaba dando captura a sus hombres, para que no le salvaran y si él se escapaba, ella iría a por él y ya pensaría  si le regresaba  al  penal  o  donde estaba su hermano. Cuando lo contaba era la primera vez que le vi una cara de rabia… Me asustó, la verdad, pero la entendí, teniendo en cuenta lo que le hicieron a su hermano.

Nos dirigimos a Valencia, amarramos en el puerto de Pinedo y nos pusimos a buscar. Saso se fueron por la zona del puerto y las playas, mientras nosotros nos fuimos para el centro de Valencia. Cuando estábamos ya en la plaza del Ayuntamiento, yo me fui para el barrio del Carmen para hablar con gente que conozco y ellos se fueron dirección Ruzafa.

Hablé con mucha gente y nadie lo había visto. Cuando regresé tampoco ellos traían noticias. Estuvimos como tres semanas sin saber nada y eso que salíamos todos los días. Al final en Alboraya un señor  nos dijo que le pareció verlo por la Estación del Norte. No sabíamos seguro si la información era buena, pero si lo era, por lo menos sabíamos que estaba vivo y por la zona.

Uno de esos días estaba con Doc por la Plaza Redonda y le vimos, como nosotros no sabíamos que hacer, le seguimos hasta el barrio del Cabanyal, hasta que  se metió en una pensión. Rápidamente  volvimos y se lo dijimos a la Capi. No tardaron mucho en salir Saso y la Capi, en ese momento creo que a Doc le pasaba como a mí, nos sentimos útiles y alegres de haber sido nosotros los que le encontramos.

Esta vez no lo trajeron al barco, sino directamente se lo llevaron a Capitanía para cobrar la recompensa.
Ahora la Capi estaba segura de que todos estaban en prisión y que al Capitán pirata no le ayudarían a salir. Y, aunque no era la venganza que ella quería,  sabía que a su hermano no le gustaría que se manchara las manos con su sangre, eso seria equipararse a ellos.
Pero se aseguraría de que ninguno de ellos saliera de prisión. Si alguno lo hacia, recorrería  cielo, tierra y mar hasta encontrarlos. No iba a dejar ninguna roca por levantar.

La Capi me dio las gracias y hasta me dio una bolsa llena de monedas de oro y plata, me despedí de los demás, regresando a mi vida cotidiana, pero no fue lo mismo, me había acostumbrado a escuchar los grititos de esfuerzo de Salva haciendo sus ejercicios matutinos, a escuchar cantar a Sole mientras nos hacia la comida, ver a Doc siempre leyendo y a la Capi en el timón, sabia que sólo había estado con ellos unos meses, pero les echaría de menos.

Cuando llegué a casa me pareció  vacía, con mucho silencio. En ese momento fue cuando más sola me encontré, fui a ver a mi antiguo jefe, se puso como una fiera conmigo y me despidió, pero como sabía que era buena a los dos días me llamó para trabajar de nuevo, otra vez la rutina de siempre.

Cada vez miraba al cielo para ver si podía ver a  la Nerthus, pero no pasaba.
Hacia ya un mes que había regresado  cuando, estando oteando el cielo, tropecé con alguien, era Salva. No me lo podía creer, hasta que me levantó con un abrazo fuerte jajaja.
Detrás de ella estaban los demás, me alegre verlos a todos y a la vez me sorprendió. De repente pensé ,en ese momento, que alguno de esos piratas se había escapado e iban a por él, pero no fue eso, sino algo mas emocionante lo que les había traído de vuelta..

La Capi me contó que como no se les daba mal ser buscar gente indeseable, había resuelto  solicitar  una licencia para los tripulantes de la nave, para que no sólo SaSo pudieran cobrar las recompensas, es decir, que iban a ser caza-recompensas y que necesitaban una jefa de máquinas.
Cuando lo dijo mi corazón palpitaba de alegría, dije que ¡¡SI, SI, SI, SI! con las ganas que tenia yo  de estar con ellos, y de cuidar de mi Nerthus, porque ya la consideraba mi niña, mi tesoro. Era un sueño hecho realidad.

Cuando llegamos a la nave, me salió del alma una frase, “Espero no olvidar nunca todas las aventuras que tendremos”.
 No tardó mucho la Capitana en venir y darme un diario de a bordo, para que  escribiera, lo llenara de aventuras y recuerdos para que  así todo estuviera  escrito y poder recordarlo.
 Y la verdad me esta gustando. Así que, mi querida lectora, la que lea el Diario, sea cuando sea,  voy a escribirte y contarte todas las aventuras que tengamos.

Ahora nos vamos a por un pirata de tierra, que atraca diligencias y se esconde en Nueva Maragata, una ciudad flotante de Castilla, pero esa es otra historia que te contaré más adelante.


 Continuara.......................................

2 comentarios:


  1. Rosa Lázaro21 de agosto de 2016, 15:51

    La historia está muy bien, pero la redacción hay que modificarla, repites mucho el ya que, pues, yo, etc., te escribo la primera estrofa, pero hay que modificar bastante.
    "No sé como comenzar, es la primera vez que escribo un diario. Me lo acaban de regalar para que exprese todo lo que pienso y deseo. La persona que me lo ha regalado, me aconseja que escriba como si se lo contara a una amiga. No sé si me saldrá, pero lo voy a intentar."

    Pues creo que, el pues sobra, Creo que

    Si te parece bajo un día y te ayudo con la redacción.

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  2. Rosa Lázaro21 de agosto de 2016, 15:51

    La historia está muy bien, pero la redacción hay que modificarla, repites mucho el ya que, pues, yo, etc., te escribo la primera estrofa, pero hay que modificar bastante.
    "No sé como comenzar, es la primera vez que escribo un diario. Me lo acaban de regalar para que exprese todo lo que pienso y deseo. La persona que me lo ha regalado, me aconseja que escriba como si se lo contara a una amiga. No sé si me saldrá, pero lo voy a intentar."

    Pues creo que, el pues sobra, Creo que

    Si te parece bajo un día y te ayudo con la redacción.

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