Valentia (Prologo)

Ensueño

00 - Prólogo


     En España hay lugares mágicos y desconocidos, por los humanos, son lugares en donde la paz reina por todas partes,  uno de esos lugares esta en valencia, en mitad de las montañas, es un claro rodeado de vegetación en el suelo, un manto de césped y margaritas de colores, que lo cubre por completo, excepto en el medio que hay un árbol, exactamente un sauce llorón, todas las paredes están cubiertas por plantas enredaderas llenan de flores azules, este lugar no tiene acceso y los humanos cuando vuelan sobre el, solo contemplan una montaña mas, ya que esta oculta.
 Es un caluroso día de primavera, sobre las 4 de la tarde más o menos, apoyada en el árbol hay una joven, al parecer esta leyendo un libro, la joven tendrá unos 25 años, medirá unos 1´70 cm, su constitución en fuete, pero esta en su peso ideal, unos 80 Kg, esta sentada con las piernas encogidas en posición de meditación, el libro lo tiene apoyado en el hueco que dejan las piernas, su cabello es largo y liso, el estar sentado sus cabellos cubren un poco el suelo que le rodea, es pelirroja, ya desde lejos se la ve, sus ojos son verdes claro, tiene una nariz, que no llega a ser chata ni respingona, se podría decir que esta en el medio y algo normal, pero sus labios son finos y dulces, va vestida con un vestido fino negro y una chaquetita fina de color blanco, que como tiene algo de calor, tiene las mangas remangadas.
 Esta tan concentrada en la lectura que no se da cuenta que un hombre se acerca a ella, el es mas alto medirá unos 10 centímetros mas, pero de constitución es delgada, tiene el pelo negro, liso y por debajo de los hombros, también tiene los ojos verdes, su rostro es dulce y tranquilo, va con un traje negro y camisa blanca, va con las manos metidas en los bolsillos del pantalón.

Se coloca delante de ella, cuando ella se da cuenta de que ya no tiene sol, levanta la cabeza y le contempla, cuando se miran los dos sus caras se sonríen a la par.
 -         ¿Que haces por estos parajes? -         Visitar a una vieja amiga
 Se sentó al lado de la joven, ella cerró el libro y le observaba como se sentaba cerca de ella.
 -         No me extraña que este sitio sea tu favorito, es precioso, ¿Lo as creado tu? – Mientras se lo decía su mirada seguía contemplando el lugar.-         Me alegra que te guste, lo cree hace ya muchos años, aquí me siento tranquila y relajada – Ella también miraba el lugar mientras contestaba.-         Como van tus vacaciones, ya estas mejor – se detuvo un momento esperando contestación, pero al no recibirla prosiguió – ya hace un año que estas fuera de “Ensueño”, no nos echas de menos.-         La verdad es que un poco si, la felicidad que se respira por todas partes – Se detuvo un momento para girar la cabeza dirección a el – sabes muy bien que me gusta “Ensueño” y mas ser una Soñadora – El se mantiene escuchándola sin decir palabra ni gesto alguno – Pero toda la alegría y la ilusión que siempre tenia, poco a poco se me a ido apagando – Ella volvió a girar la cabeza, contemplando el paisaje.-         Hace un año cuando viniste a pedirme un tiempo de descanso, tengo que decir que me asombraste, ya que en mas de dos mil años nunca me lo habías pedido, tampoco quise saber el motivo, pensé que cuando te sintieras mejor me lo dirías – En ese momento el hombre giro la cabeza para mirarla, cuando contemplo que la joven tenia lagrimas recorriendo sus mejillas – Bueno será mejor que me valla.
 Se levanto despacio, esperando que ella dijera algo pero se mantuvo en silencio, camino unos pasos alejándose de ella, en ese momento se paro y se giro para mirarla, ella seguía con la cara llena de lagrimas.
 -         Te e criado como una hija, creí que después de tanto tiempo, tendrías la confianza suficiente para contármelo todo como siempre, pero por lo que veo hay algo que no, una cosa mas, que sepas que Destino, esta preocupada por ti, ya sabes donde encontrarnos – El hombre se volvió dándole la espalda – Adiós Val.
 En cuestión se décimas de segundo el hombre desapareció, ella se quedo callada y pensativa, sabia que tarde o temprano, tendría que dar una explicación a su comportamiento, por lo menos a los que le querían y estaban preocupados por ella, después de un año sin dar señales a nadie.

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 Una semana mas tarde en el castillo de Ensueño, las cosas iban como de costumbre, menos en el gran salón, el hombre que visito a la chica, no se retira de la ventana que da a la entrada del castillo, esperando a que ella regrese en algún momento; Una de las puertas pequeñas que esta a su espalda, se abre, de ella sale una mujer bellísima, con un vestido blanco que le llega a los tobillos, los hombros los lleva al aire, pero son cubiertos por la melena rubia y muy larga que ella tiene. Sus ojos azules hacen que te pierdas e ellos, la mujer es un poco mas baja que el y también de constitución delgada.
 Se para en mitad del salón, pero el al parecer no se a dado cuenta de su presencia.
 -         Hace ya varios días que miras por la ventana, seguro que vendrá, sabe que estamos preocupados por ella, ten confianza en ella, cuando se sienta preparada vendrá.-         Lo se  – En ese momento se giro hacia ella – Tenias que haberla visto, desde que la convertí, nunca mas la había visto llorar y eso me afecto bastante, pero no se que hacer – Ella se le fue acercando poco a poco.-         Seguro que viene. Los dos siguieron hablando y recordando cosas de ella de cuando estaba allí y era feliz, de repente unos golpes pegan a la puerta grande del salón, se habré despacio y aparece un soldado que se dirige hacia ellos.
 -         Perdone la interrupción mi Señor Morfeo, La capitana Valentia, pide audiencia – Los dos se miraron ilusionados por la llegada de ella.-         Dile que pase – El soldado salio del salón cerrando la puerta.-         Destino ha venido – En ese momento los dos sonrieron suavemente.-         Savia que no tardaría mucho después de tu visita – Ella le apretó la mano en señal de felicidad.
 
No tardo mucho en abrirse la puerta de nuevo, ella entro despacio y la puerta se cerró detrás de ella. 

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